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ARTE HEREDADO

 CONSTRUCCIONES POPULARES:

EL ZARZO DE DAMIANA


    La Sierra de Aracena y Picos de Aroche es una comarca en la que el ser humano y la naturaleza han convivido en perfecta armonía durante siglos. Resultado de esta relación es un paisaje en el que se observan numerosas especies vegetales que han contribuido al desarrollo económico de la zona y la subsistencia de las familias.

    Entre estas especies encontramos el castaño (Castanea sativa), un árbol que llega a la comarca durante los siglos XIV y XV cuando, tras la reconquista cristiana, comienza a repoblarse con castellano-leoneses y gallegos.

    Con la finalidad de aprovechar su madera y su fruto, el castaño fue plantado en reemplazo de otras especies endémicas como el roble o el quejigo. Su madera, de gran calidad, ha sido utilizada en multitud de carpinterías, especialmente en Galaroza donde la tradición carpintera ha tenido un fuerte arraigo desde hace siglos. No obstante, también ha sido empleada para construir las techumbres de casas, majadas y edificios de apero.

    Sin embargo, la mayor utilidad de este árbol, en la Sierra de Aracena, la aporta su fruto, la castaña, utilizada tanto para el consumo humano como para alimentación del ganado. Tanta es la importancia que ha adquirido este fruto en la comarca que se ha convertido en el icono del Parque Natural. La castaña es recogida entre los meses de octubre y diciembre, dependiendo del tipo de castaña, si es temprana o tardía, y de la calidad de la cosecha, en la que influyen factores tan importantes como las lluvias.

    La castaña suele comerse cruda o tostada en la candela, lo que se conoce como "tostaó". También, las castañas de mejor calidad, son utilizadas en repostería para hacer, por ejemplo, las famosas "marrón glacé" (castañas confitadas). Muy populares son, incluso, los potajes de castañas o postres como flanes, natillas o tartas de castañas.

    Otra posibilidad de aprovechamiento es el ahumado de la castaña; con la finalidad de conservarlas durante más tiempo se extienden en una especie de entablillado dispuesto en alto donde se ahúman o secan al calor de las candelas que se encienden debajo. Así se consigue una castaña conocida como "pilonga" muy dura y fácil de comer tanto en crudo como en los típicos potajes de castañas.

    En relación a este proceso, y a colación de nuestro artículo, nos encontramos con un bonito patrimonio etnográfico. Cabe hablar aquí de las construcciones conocidas como zarzos que, al igual que los sequeiros en Galicia, son edificios de dos plantas separadas por un entablillado (tipo rejilla) donde, en la parte alta, se coloca el fruto y en la parte inferior se enciende el fuego que lo ahúma y lo seca.

 


    Actualmente en desuso, el Zarzo de Damiana es uno de los pocos que se conservan en el núcleo urbano de Navahermosa. Este zarzo, además, sirvió, su parte inferior, como majada para el ganado (burros, cerdos, ...), por ello cuenta también con un bonito pesebre en su interior.

 


  

    Desafortunadamente, estas construcciones, por su inutilidad en los tiempos que corren, están cayendo en el olvido siendo esa la lacra de nuestro patrimonio, provocando su abandono y posterior deterioro, hasta el punto de ser irrecuperables.

 

 

TEXTO E ILUSTRACIONES: JESÚS SÁNCHEZ GARCÍA



Comentarios

  1. Magnifica definición.

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  2. Por fín, he comprendido bien lo que es un zarzo, para qué servía y, como era su estructura.
    Las ilustraciones son magnificas para visualizar cómo eran. Gracias.
    M.J.Liñán

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