Redero mítico. Crónica de la ruta nocturna y posterior convivencia

     "Cuentan que la Atlántida era una tierra extraordinariamente fértil y de grandes riquezas, con templos adornados de metales preciosos, frondosos jardines y una flota de barcos que navegaba por todos los mares ..."

    Este sábado 27 de agosto, rondando las nueve de la noche, emprenden la ruta mujeres aventureras acompañadas de jóvenes y hombres dispuestas a encontrar y compartir los mejores tesoros, esos que no se cuantifican en monedas. De esta manera se ponen en marcha ante la llamada de la familia Domínguez - Domingo. Vamos en busca de la Atlántida.

    Vecinas y vecinos toman la carretera 8119 dirección a Fuenteheridos para, de manera festiva, inaugurar el monte perdido de Pedrito.

    Caudal de ponche con buenos melocotones, maravilla de papas al mojo casero de Conchi, misteriosas morcillas que de tontas pasaron a desaparecidas, zagales coronando montañas de arena, fuentes de luz que brotan de ramas de viejos alcornoques, sillas en torno a una larga mesa ocupada de risas y verdaderas joyas: ¿adivinan? Sí, eso es; esos tesoros son, sin duda, las personas reunidas, personas que viven y disfrutan de Navahermosa.

    Cuentan que este lugar es una tierra extraordinariamente rica, porque está llena de buenas personas que transforman montes en templos de comunidad, rodeados de encinas a las que se dirigen una flota de pies navegando por el redero.

    Gracias familia.