Calendario de la Asociación

EL ARMARIO DE LAS LETRAS

LA CULTURA DEL AGUA

EL AGUA: NATURALEZA Y CULTURA EN LA SIERRA DE ARACENA Y PICOS DE AROCHE

 

    Cultura de la necesidad. En la Sierra de Aracena y Picos de Aroche ha sido, sin duda, la presencia del agua, ligada a la presencia de formaciones rocosas que favorecen la existencia de numerosas surgencias y manantiales, la que ha permitido un poblamiento característico, en especial en su zona central, de numerosos pequeños núcleos habitados a muy escasa distancia, diferenciado del dominante en las zonas más orientales de Sierra Morena.

    Es en este territorio donde se asienta la Federación de Asociaciones de la Sierra de Huelva que agrupa a más de veinte asociaciones vinculadas a la defensa y difusión del patrimonio natural y cultural de sus pueblos. Su creación tuvo como objetivo principal mejorar la coordinación y la organización de las Jornadas de Patrimonio que se venían celebrando en la comarca desde el año 1985 a iniciativa de unas pocas asociaciones culturales. Estas Jornadas, tienen lugar cada año en una localidad diferente, y son organizadas de forma conjunta con su Ayuntamiento, una asociación local y la Federación, contando con el apoyo de la Junta de Andalucía, la Diputación y el Grupo de Desarrollo Rural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Las actas de las jornadas, editadas anualmente, constituyen una herramienta imprescindible para acercarse a conocer el patrimonio de la Sierra.

    El agua y el patrimonio que genera, ya sea el dedicado a aprovecharla como recurso natural escaso e imprescindible para la vida o el construido para defenderse de su poder destructivo, patente por contra en momentos de fuertes aguajes, ha sido objeto de atención en numerosas ocasiones. En el primer caso, las fuentes han sido sin duda protagonistas principales, pero también las construcciones ligadas a su extracción (pozos o socavones), a su conducción hacia huertas o molinos (lievas, "regaeras" o acueductos) y a su almacenamiento (albercas, pilares, aljibes o balsas y, en el ámbito doméstico, lavaderos). En el segundo, las soluciones de la arquitectura popular en la ubicación, orientación o tipología de la casa tradicional serrna, en la construcción de las cercas de pared, extendidas a lo largo y ancho del territorio, o las utilizadas en los caminos para tratar de domesticarla y evitar el daño de las arroyadas salvajes. No se pueden olvidar otros aspectos como su relación con el paisaje, el modelado geológico, el clima o la pluviometría, así como los rituales del agua.

    

    La cultura del agua, sólo un aspecto de la cultura de la necesidad, ha sido secularmente una cuestión de efectividad y eficiencia. La modernidad ha alterado la cultura del agua en la Sierra como en todas partes. El aumento del consumo por cambio en la forma de vivir, el derroche por falta de conciencia de la realidad y la contaminación por incuria, ignorancia y mala fe, han llevado las cosas a un punto que requiere actuaciones extraordinarias. El futuro depende de la planificación de nuevas estructuras adaptadas a la realidad social pero, antes que otra cosa, de la toma de conciencia social de que el agua es un bien escaso y frágil, no sea que, habiendo recibido un mundo sobrio y sostenible, aunque modesto, leguemos a las generaciones futuras unas estructuras de oropel en un espacio inhabitable para un tiempo de penurias.

    La necesidad de aprovechar y controlar el agua ha dado como resultado unas características paisajísticas donde naturaleza y cultura se dan la mano y se relacionan de forma tan armoniosa que, a veces, se confunden. La existencia de fuentes y manantiales va asociada a la de sistemas de regadíos de huertos en los ruedos de los pueblos y aldeas. Junto a ellos, en torno a los manantiales, han surgido históricamente un conjunto de fuentes, surtidores, lavaderos, abrevaderos, molinos hidráulicos y otras manifestaciones constructivas vinculadas al uso controlado del agua que constituyen un rico patrimonio cultural relacionado con las formas de vida de la gente de la sierra, dejando su impronta en el paisaje y en la memoria social de sus colectivos. Las diferencias pluviométricas y de caudal en los cursos de agua van a influir en la distribución, densidad, tipologías y variantes de la arquitectura relacionada con el aprovechamiento del agua en este territorio.

(Parte de la información proviene de la Federación de la Sierra de Huelva).

 

MIGUEL BLANCO 

Comentarios

  1. Bonito e ilustrativo Miguel el agua hay q cuidarla.
    Lola

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  2. Cultura natural del agua, gracias Miguel

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