Crónica del Día del Bollo en Navahermosa
Llegó por fin el día en que se vuelve a recuperar, en nuestra aldea, una tradición que desde hace más de tres décadas no se llevaba a cabo.
Se eligió el último lugar donde se dejó de realizar hace ya muchos años… El Talenque, nuestro querido bosque de paseos, mesas y estancia plácida en la Naturaleza.
La cita era a la una de la tarde y, sobre las doce y media, ya comenzó la hilera de “cucos” desfilando por la carretera con sus viandas en bolsas y cestas preciosas sacadas de la nostalgia de otros tiempos.
Allí, en El Talenque, desde muy temprana hora, nos esperaban algunos miembros de la Junta Directiva de nuestra Asociación Navahermosa Viva Participa que siempre están dispuestos a facilitar el bienestar de todos. Como digo, nos esperaban con el kiosco (cedido por el Ayuntamiento de Galaroza) abierto, las bebidas fresquitas y las decenas de roscas con el huevo que habían encargado en nombre de todos nosotros.
Me podría entretener en resaltar la aportación de alegría o anécdotas de algunas de las personas que estuvieron presentes pero, en justicia, yo prefiero destacar a todos en general y, que todo aquel que lea esta crónica y estuviera presente, se sienta nombrado porque todos con una actitud de confianza, bienestar, complicidad, generosidad y alegría, hicieron que el día fuera un éxito más a sumar a todo lo que emprende nuestra Asociación.
Comimos, bebimos, charlamos, reímos, compartimos… ese era el objetivo y así se cumplió para el goce de todos. Así de sencillo.
Como única nota discordante de la jornada, tenemos que señalar que nos vimos privados del acceso a los servicios públicos porque, aunque nos entregaran las llaves, las condiciones higiénico-sanitarias en las que nos los encontramos eran tan desfavorables que nos vimos obligados a dejarlos cerrados. Igualmente, otro inconveniente que surgió fue que no pudimos contar con suministro de agua en las instalaciones del kiosco.
Esperamos que para próximos eventos que vayamos a realizar en el Área Recreativa El Talenque, esos inconvenientes de primera necesidad, sean subsanados de antemano por la entidad colaboradora. Seguro que así será.
Y ya, por último, resaltar que el clima también puso de su parte sumándose a una jornada placentera que, seguro, se repetirá en años venideros no volviendo a caer en el olvido nuestro “Día del Bollo” porque, las tradiciones nobles y de unión social son las que deben permanecer en el tiempo.
María José Liñán
Un gran día y una excelente crónica que refleja perfectamente lo que vivimos los que allí tuvimos la fortuna de estar.
ResponderEliminarComo siempre, se echó de menos a los que, por diversos motivos, no pudieron asistir.
El año que viene más y seguro que (si cabe) mejor.
Salud.