Crónica de la Inauguración de las Veladas Cucas

6 de julio. Sábado. Calor menos sofocante que los días anteriores, pero un sol espléndido. Se acercan las ocho de la tarde y ya por la Plaza del Tamborilero Marcelino Moya comienza el ir y venir de gentes, bártulos, y otros menesteres.

Está a punto de inaugurarse la Tercera Edición de nuestras Veladas Cucas.

Y no podía comenzar mejor: buen ambiente (magnífico), temperatura agradable (algo fresco a medida que avanzaba la noche), buena música (como siempre con los amigos de "Sin ton ni son", que nunca fallan), unos aperitivos compartidos, edición "gourmet" (para chuparse los dedos), y una compañía inmejorable (la de los vecinos y vecinas de Navahermosa y allegados, razón y ser de estas Veladas).

La inauguración nos trajo además una sorpresa, ¡y qué sorpresa!.

"... en cada rincón hay paz y familia; tus calles estrechas llenas de historia. Ecos de risas, momentos de gloria; caminos antiguos, leyendas de ayer ..."

El "himno", como se le dio a conocer, de Navahermosa. Y que encantó a la mayoría de los allí presentes; tanto, que ya al final incluso volvieron a pedir que sonara de nuevo y, algún atrevido y otras osadas, hasta llegaron a tararearla.

"Navahermosa tierra querida. Bajo el sol y el cielo azul brillan tus campos verdes, la tierra tranquila. (...) Aquí en tus brazos quiero crecer ..."

Baile, risas, encuentros y reencuentros, ..., una Velada de las que no se olvidan tan fácilmente.

Hubo además algún que otro espontáneo que se arrancó a cantar junto a los componentes de "Sin ton ni son" una de las míticas canciones de "Triana". ¡Qué poderío tenemos en Navahermosa!

"... cuentos y sueños, verdes campos amando, las fiestas juntas bajo el manto estrellado, la hermandad se respira a cada lado; tus campos de flores tan coloridos, despiertan alma, corazón y sonidos (...) En Navahermosa nace alegría ..."